El equipo de Orsanic cenó en el hotel y celebró hasta la madrugada. Luego recibió la visita de los enviados de la ITF. Y poco después abandonó Zagreb.
Era tarde. Estaban cansados. Pero la alegría hizo que los ojos estuvieran más abiertos que nunca. Fue una noche larga. Nadie quería dormir, tal vez para evitar despertar del sueño. Pero lo que vivían se había convertido en realidad a base de esfuerzo.
“Entramos a la cancha todos y jugamos como equipo”, dijo Federico Delbonis consumado su triunfo. Y no fue otra cosa que el reflejo de lo que el resto de los jugadores pensaba.
La historia del festejo de Juan Martín Del Potro, Guido Pella, Leonardo Mayer y Delbonis comenzó ayer cuando esa devolución de Ivo Karlovic se fue afuera y desató la emoción del azuleño. En ese momento, el equipo se unió en un abrazo, en el que las lágrimas se escaparon.
Después de la premiación y de disfrutar con los más de 3.500 hinchas argentinos ese logro, Daniel Orsanic, su cuerpo técnico y sus jugadores se fueron al hotel Double Tree by Hilton. El lobby estaba lleno de argentinos que habían elegido el mismo hotel que el equipo para alojarse.
El restaurante fue el lugar donde el equipo se reunió para el festejo íntimo, que se prolongó hasta las 5 de la mañana,cuando se fueron a dormir. El descanso fue interrumpido abruptamente. La ITF llegó a las 6 de la mañana para el último control antidoping del fin de semana.